Como dicen las frases de la abuela: conocemos a los amigos no precisamente en las buenas, sino en las malas, y más aún en las peores… Lo mismo aplica para esta pandemia…
Todas las bondades, ventajas, fortalezas y cualidades de nuestro centro de trabajo salieron a flote en este periodo de crisis. Pero también su lado oscuro, sus deficiencias, sus áreas flacas y sus limitantes. Seamos honestos.
¿Cómo reaccionó tu empresa (sea tuya o trabajes en ella) ante el estado de emergencia que se declaró en marzo de este año? ¿Qué decisiones tomó ante las indicaciones parte del gobierno? ¿Conservó los sueldos de los trabajadores? ¿Hizo despidos masivos? ¿Se enfocó a desarrollar a su gente? Estas son preguntas al aire, lo importante es que las respondas tú.
Durante este tiempo, los buenos empleadores se enfocaron en:
- Fortalecer la competitividad de sus colaboradores.
- Cuidar el flujo de efectivo y la resiliencia financiera del negocio.
- Mantener la cohesión de sus equipos de trabajo, pese a la lejanía física.
- Desarrollar un sentido de identidad coporativa.
- Estar atentos a las necesidades integrales de su talento.
De paso se pueden mencionar algunas decisiones no muy positivas por parte de algunos empleadores:
- Reducción de sueldos y recorte de posiciones sin previa evaluación.
- Hostigamiento a colaboradores.
- Presión para generar resultados no factibles, dada la situación.
- Insensibilidad a las pérdidas personales de sus colaboradores.
- Someter al personal a ritmos de trabajo inhumanos.
Las dos realidades se han vivido, con sus respectivos matices intermedios. Te lo comparto yo, que vivo inmerso en este medio. Hay empresas a las que dan ganas de mandarles a hacer una placa en oro por lo conscientes y apoyadoras que han sido a lo largo de este proceso de transición. Hay otras (las menos, hopefully) que definitivamente tendrán sus consecuencias una vez que este período de crisis y turbulencia económica se haya trascendido, y verán lo que han sembrado en sus colaboradores. Porque todo tiene eco y genera consecuencias.
Tuve la oportunidad de atender una conferencia organizada por directivos globales de la firma Mercer, empresa líder a nivel mundial en consultoría estratégica de Recursos Humanos, donde mencionaban algo muy cierto: las empresas que han sembrado positivamente en sus colaboradores, justo ahora lo verán en este período de incertidumbre. Y las que no lo hayan hecho, ni estén haciendo nada por mejorar las relaciones con su talento, también verán el efecto de ello en el corto y mediano plazo.
Sin duda los que tenemos un trabajo, pese a la inestabilidad de la época, debemos sentirnos agradecidos y motivados. Sin embargo hay realidades donde no ha permeado un sentido de justicia y dignidad hacia la fuerza laboral, y es una responsabilidad para todos los que estamos inmersos en el mundo organizacional aportar nuestro granito de arena para que esa condición humana tan básica se cumpla.

Deja una respuesta